Cómo hacer leche espumosa para un cappuccino

Una de las tareas más difíciles de un barman es, sin duda, conseguir que la leche espese y tenga espuma para obtener un cappuccino de película.

A continuación, te mostramos los pasos que hay que seguir para alcanzar los mejores resultados:

  • Llena la jarra de leche metálica hasta la mitad. El tamaño de la jarra que debes utilizar dependerá del número de cappuccinos que vayas a hacer. Te recomendamos que solo uses la leche necesaria para hacer un cappuccino.
  • Abre la válvula de vapor durante un segundo para eliminar cualquier exceso de agua que pueda contener.
  • Coloca la cabeza de la vaporizadora al fondo de la jarra y abre la válvula de vapor al máximo.
  • Mueve la jarra lentamente hacia abajo hasta que la vaporizadora llegue justo por debajo de la superficie de la leche y realiza movimientos circulares para conseguir que la leche se mueva y obtener así el aire necesario.
  • A medida que el aire se va mezclando con la leche, se crearán burbujas, por lo que el volumen de la leche aumentará y tendrás que seguir bajando la jarra para que la cabeza de la vaporizadora siga justo por debajo de la superficie. Mantenla a esa altura hasta conseguir la temperatura ideal para servir el cappuccino, es decir, unos 60 ºC.
  • Cuando la leche espumosa esté caliente, cierra la válvula de vapor y sumerge la cabeza de la vaporizadora aún más en la leche para evitar deshacer la espuma que has conseguido.
  • Deja reposar la leche y empieza a hacer el expreso. Mientras esperas a que el café salga de la máquina, recoge la jarra y realiza movimientos circulares y de lado a lado, para que la espuma se asiente y se mezcle con la leche de manera uniforme, consiguiendo una textura esponjosa y brillante.
  • Si encuentras burbujas irregulares, da golpecitos con la base de la jarra contra la encimera y realiza movimientos circulares hasta conseguir que las burbujas adquieran una textura uniforme.
  • Vierte la leche espumosa y cremosa en la taza que contenga el expreso. Truco: inclina ligeramente la taza y balancea la jarra delicadamente a medida que viertes la leche.